Separa las toallas por color (blanco, claro, oscuro) para evitar el sangrado del tinte.
Se debe diferenciar entre toallas nuevas y viejas, así como las de diferentes tejidos (por ejemplo, algodón, microfibra) para evitar daños por las diferentes necesidades de lavado.
Compruebe si hay manchas y etiquetas:
Antes de lavar, trate las manchas (como maquillaje, aceite o residuos de alimentos) con un detergente suave o un removedor de manchas.
Asegúrese de que todas las etiquetas o hilos sueltos estén recortados para evitar enredos o daños durante el ciclo de lavado.
Utilice detergente apropiado:
Utilice un detergente neutro o suave diseñado específicamente para los textiles para mantener la suavidad del tejido y evitar la decoloración.
Evite el blanqueador o los productos químicos agresivos a menos que sea necesario para la desinfección (utilice solo el blanqueador de cloro para toallas blancas y siga estrictamente las instrucciones del fabricante).
Control de la temperatura y el ciclo del agua:
Lavar las toallas blancas en agua caliente a caliente (40-60°C) para saneamiento, mientras que las toallas de color deben lavarse en agua fría para preservar el color.
Elige un ciclo de lavado suave o normal para evitar una fricción excesiva que pueda causar peeling o desgaste.
Evite sobrecargar la lavadora:
Deje suficiente espacio en la lavadora para que las toallas se muevan libremente, lo que garantiza una limpieza exhaustiva y evita el desgaste excesivo.
No mezcle toallas con objetos pesados (por ejemplo, jeans o mantas) para mantener el equilibrio del giro.
Enjuague y seque adecuadamente:
Asegúrese de enjuagar varias veces para eliminar todos los residuos de detergente, ya que el jabón sobrante puede hacer que las toallas se vuelvan rígidas o causar irritación de la piel.
Seque a fuego bajo o medio; evite las altas temperaturas, que pueden encoger o dañar el tejido.
Saneamiento y mantenimiento:
Desinfecte periódicamente las toallas con agua caliente o un desinfectante recomendado (especialmente para uso en hoteles para cumplir con los estándares de higiene).
Evite el uso de ablandadores de tela, ya que pueden cubrir las fibras y reducir la absorción; en su lugar, use vinagre blanco en el ciclo de enjuague para ablandar las toallas de forma natural.
Inspeccione y reemplace con regularidad:
Después de cada lavado, compruebe si hay signos de desgaste (por ejemplo, adelgazamiento, agujeros o pérdida de absorción).
Siguiendo estos pasos se puede ayudar a preservar la textura, la limpieza y la longevidad de las toallas de los hoteles, al tiempo que se garantiza que cumplan con los requisitos de higiene para los huéspedes.